Un viejo ermitaño después de una ardua caminata decide pasar la noche bajo un árbol, allí se le acercan un cuervo, un palomo, una sirviente y un ciervo, quienes también se posarían bajo el árbol para descansar, de un momento a otro el cuervo habla del origen del mal, y es así como el ermitaño se interesa y explica el verdadero origen de mal.