Para Leer

Flirtation Legítima

Alas Clarín, Leopoldo

Juvenil, 
Este señor don Diego Paredes estaba constantemente en ridículo y en candelero; siempre en berlina y siempre empleado. Todos los ministros se reían de él y todos le dejaban en su dirección o en su puesto de consejero; en fin, cobrando muy buenos cuartos. Y don Diego era feliz; porque la vanidad le hacía no comprender las burlas de que era objeto; y en cambio el sueldo era cosa tan positiva y al alcance de la mano que no podía menos de fijarse en él. Deseas saber más de esta historia?, ingresa a nuestra Biblioteca Digital.
Tags: Flirtation, Legítima, riqueza
354