Eran cinco amigos que estaban acabando de cenar, ya maduros, todos hombres de mundo y ricos; tres de ellos, casados, y los otros dos solteros, se reunían así todos los meses, en recuerdo de sus tiempos mozos y, acabada la cena, permanecían conversando hasta las dos de la madrugada. Charlaban de todo, lo que al hombre de París interesa y divierte.
¿Quieres saber de qué hablan los hombres parisinos?