Santa Teresa de Jesús escribe Caminos de perfección, con el propósito de contribuir desde sus propias capacidades a la resolución de conflictos vividos en la época, por lo que dirige a las hermanas de su congregación varios consejos donde sintetiza el ideal constituido en dos partes; la preparación a la oración y a la oración en si, contemplando el amor, el desasimiento, la humildad y la determinación