Es una de las últimas obras del filósofo alemán, el libro es una crítica del cristianismo, y de conceptos modernos como el igualitarismo y la democracia. Nietzsche identifica en el cristianismo todo el mal social, por cuya causa el mundo sufre, y el mal moral que maltrata al hombre. El cristianismo ha construido y explotado en beneficio propio una metafísica del mundo detrás del mundo, que es el origen profundo de movimientos tan alejados temporalmente como el romanticismo y el idealismo.