Todo ocurre en un caserío costeño, Mirat, enclavado entre el mar y la montaña; un pequeño mundo, por supuesto, donde habitan niños: Miguel, que vive en una canoa, y Marthita, su única amiga; pescadores, ancianos y animales (entre ellos el loro de la abuela de Tribi, Capitán Lor, presunto pirata), y ocurren cosas, a veces pintorescas y amables, a veces oscuras e inquietantes.