Antonio es un niño consentido que disfruta de la compañía de su niñera Frutos, quien parece comprenderlo mejor que nadie, ella le relata al niño diferentes historias de su cultura pero la más interesante para Antonio es una acerca de brujas, obsesionándose con la idea de volar y convertirse en un brujo, sin embardo tras seguir un ritual de ateísmo aprende una importante lección