En este relato un hombre llamado Keawe decide visitar tierras lejasnas, y parte a San Francisco, allí queda fascinado por una casa hermosa, cuyo dueño es un hombre solitario e infeliz, el dueño de la casa, tras enseñarsela, le expliaca el motivo de si aflicción: es propietario de una botella que envierra un demonio, el cual concede deseos, excepto el de alargar la vida. Pero poseer la botella tiene consecuencias, si el dueño de la botella muere sin venderla antes arderá en el infierno. Para venderla hay un requisito obligado. Atrevete a saber que ocurre en esta historia.