Un gran grupo de caimanes vivía en un río, en un país donde el hombre no existía. Un día, comenzó a pasar un buque por allí, ahuyentando a los peces de los que ellos se alimentaban. Los caimanes al darse cuenta de que sin peces morirían de hambre, decidieron hacer un dique para impedir el paso del buque, pero lo derribó a cañonazos, así que hicieron otro dique más grande y fuerte pero el buque también lo derribó. Al darse cuenta de que los diques no eran la solución, fueron a pedirle ayuda a un viejo amigo, el surubí (pez), él les dio un torpedo para que al fin pudieran ganarle a los hombres. Los caimanes se llevaron el torpedo y lo lanzaron contra el buque enemigo.