Una cajita mágica llena de colores, imágenes y letras, permitía a Carlitos visualizar el mundo exterior, pues él constantemente contaba con una incógnita dentro de su ser y al intentar resolverla se adentraba en las incontables historias que brindan la vida virtual; puesto que su condición de vida no le permitía entrelazar relaciones sociales con nadie, a parte de su pequeña familia conformada por sus dos padres.