Zaragoza en el año 1808. La ciudad ha resistido el primer sitio de las tropas francesas, sucedido en el verano. El ejército de Napoleón se reagrupa y marcha de nuevo sobre la capital aragonesa. Gabriel de Araceli, se ve envuelto en la defensa del lugar, para apoyar en la guerra. Los franceses se alto poder y la técnica militar, se asombran al ver que, superado el sitio, los supervivientes se repliegan permanentemente. El ejército francés tiene que ganar, por esta razón, llegan a cada casa, a cada habitación, hasta terminar por completo con la ciudad.