Un feo pero bondadoso y tierno enano deforme acude a animar con sus bailes, la celebración del cumpleaños de la infanta. La infanta disfrutó tanto que quiso que actuara solo para ella más tarde. El enano, que no era consciente de su aspecto físico, al pasear por palacio, encontró una sala en la que había un espejo y en él, un horrible monstruo. Cuando el enano se dio cuenta de que era él, sucedió algo insólito...