Historia de una abeja que vivía cómodamente, viajando de flor en flor tomándose el jugo en lugar de almacenarlo como lo hacían las demás. Un día las demás abejas no la querían dejar entrar a la colmena y le reclamaron su holgazanería a lo que ésta respondió que volaba todo el día y se cansaba que al día siguiente si trabajaría, situación que se repitió varias veces hasta que un día que hacía demasiado frío se trató de resguardar pero no la dejaron pasar. Cayó al lugar de una serpiente quien la retó a no comérsela si hacía algo que ésta le proponía. La abeja fue muy astuta, se liberó de la culebra y regresó a la colmena, lugar donde fue recibida a cambió de trabajar honradamente cada día.